miércoles, 25 de septiembre de 2013

I.R.P.F.

Entre tantos impuestos “impuestos” no tenemos opción de hacer lo que queramos, por lo tanto, ya que nos imponen lo que debemos pagar, ¿porque no empezamos nosotros mismos a imponernos ciertas cosas para llevarlas a cabo?


Os propongo una idea a llevar a cabo por todos y así podemos sentir que es eso de imponer y que no nos cueste (€$€$€$).


Vamos todos a pagar un nuevo impuesto, esta vez, podemos decir que es un “impuesto revolucionario” pero para una buena causa. Si os digo que vamos a pagar, ya la cosa va mal, vuestro pensar es, ¡Si hombre, más a pagar! Eso sin saber el qué ni el porqué, pero bueno, es normal, como hoy hay que pagar hasta por salir, (eso aún no, leer rápido esta parte y no demos ideas) Bueno pues vamos a por un nuevo I.R.P.F. total por uno más, no nos vamos a dar cuenta.


                                     Foto: Google


El nuevo I.R.P.F. se va a costear en función de la necesidad de cada persona, y por supuesto, en función de lo que tenga que degrabar en cada caso. Este impuesto está sujeto a las condiciones intimas de cada cuál, está sujeto a las sensaciones de cada instante en su vida, lleva un tipo de interés variable acorde del momento por el que transcurra su día. Está sujeto a la cantidad recibida por terceros y cuartos, y hasta quintos si hace falta. No obstante, no tendrá ningún tipo de reducción de aquí en adelante, estamos obligados a pagar diariamente, y por supuesto, esta condición no es opcional, independientemente de tu situación en el momento del pago. Aclarando esto, que da igual como te encuentres, tienes que pagar si o si, por tu bien primeramente, y luego por el bien de los mencionados terceros, cuartos y quintos.



Dicho nuevo impuesto será ejecutado a partir de este momento, y será puesto en marcha en el mismo instante que comprendas su significado, tanto así, que se hace efectivo al momento.


El primer pago del impuesto se realiza mediante una ligera sonrisa, que da lugar a un movimiento de consentimiento, una vez realizado la primera parte del pago, continuamos con una declaración de bondad y alegría constante, con la condición de ofrecerla a nuestros seres más queridos y los que no lo son también. Para poder concluir con el pago, se tiene que trasmitir por derecho propio y bajo la propia legislación del sentimiento puro, el estado de felicidad y la constante línea de ayuda al prójimo sin esperar nada a cambio.Todo esto, basado en el real decreto que impera en los seres humanos en los siglos de los siglos,

 Amenizar al mundo con alegría es nuestro deber.



Así que, por el poder que me otorga el mero hecho de ser persona, y como prueba de ello pongo mi granito de arena mediante este impuesto.

Declaro adjudicada a todas las personas que puedan entender este mensaje, la obligación del pago en su totalidad del nuevo impuesto que a continuación detallo:



Foto: Paula Fé



                   I.       R.         P.          F.


(IMPUESTO REVOLUCIONARIO PARA LA FELICIDAD)

   ¿Lo pagamos todos los días?


martes, 17 de septiembre de 2013

Mi Patrimonio es .....

¡Oh, Bendito Patrimonio! Que gran palabra, una palabra plena, llena de …, no sé, ¿vosotros que pensáis? ¿Es tan Grande la palabra Patrimonio por todo lo que poseemos? O quizás, ¿es más Grande por todo lo que tenemos?



Aquí vengo con una lucha de poder a poder, ¿Qué vale más, lo que poseemos o lo que tenemos? Veamos qué diferencias existen y que es lo que valoramos de todo ello.
En principio y viendo tal y como están las cosas, parece ser que valoramos mucho lo que poseemos, es decir, propiedades, coches, ropas, joyas, viajes, apariencias, imagen, etc… Cuando las cosas en España iban “bien” (dícese vivir por encima de lo que se puede o debe) la obsesión de la población era APARENTAR, mejores de todo, yo tengo, yo he comprado, yo he ido, yo he comido, yo etc… ¿Cuántos de estos están pagando hipotecas de inmuebles, donde han metido su flamante coche, ese que ya no puede sacar ni mantener o que ya ha vendido por la misma causa? Ni que decir tiene, todos aquellos que según iban pasando los días compraban y compraban, casa aquí, y casa en la playa, coche aquí, coche allá, y claro, ahora viene el ¡ufff, y si no hubiera….!



Pues bien, hoy en día, y tal y como están las cosas, si, si, IGUAL, seguimos valorando todo aquello que poseemos, todo aquello que hemos comprado en algún momento de nuestras vidas, y ¡lo mantengo a muerte aunque no tenga ni para comer casi! Es triste que sigamos viendo este tipo de acciones, pero digo yo, ¿Dónde está todo lo que tenemos? ¿Qué valor le damos?

                                                                       Foto: Google



Resulta, que antes de que llegara todo el “boom” y el “bang” teníamos muchas cosas que ya ni valoramos ni echamos en falta. Tenemos muchas cosas, y debemos agarrarnos a ellas para salir adelante, teníamos humildad, teníamos sentimientos, teníamos fraternidad, teníamos ilusión, teníamos familias unidas, teníamos cariño sincero, teníamos tantas y tantas cosas, que hoy por hoy, siguen siendo tan o más esenciales que antes, y en cambio, lo dejamos todo de lado, y ¿Por qué? Por aparentar, por llevar razón, por no ceder, por ser egoístas, por ser cabezones, por no reconocer un error en un momento determinado, incluso por no parecer débil o sensible, ¡como si dejaras de serlo por no mostrarlo!


Cada día me doy más cuenta de lo necesario que es la base, la base de los seres humanos, esa que no es material, el saber escuchar, el compartir momentos malos y buenos, el abrazar de corazón, el sentirte unido a los tuyos, el que te digan un te quiero alguien a quien  tú realmente quieres, el que sea más importante un estado emocional y personal más que una cena, un viaje, un da igual, ¡me niego a seguir dando importancia a lo material!


¡Nunca dejes de abrazar y querer a los tuyos, Nunca permitas que lo material impere sobre tus propios sentimientos, porque si es así, seguirás vacío!


Hay muchos ricos de lo material, vacíos y con estrés de aparentar, pero les aseguro a todos, que hay muchos más pobres que no llegan a final de mes casi, y que están plenos de felicidad por estar unidos y con los suyos.



Y vosotros que opináis, ¿es más importante lo que poseemos o lo que tenemos?

                                                                                                     Foto:Google

      ¡Mi Patrimonio no es lo que poseo, es lo que ya tenía!